Porcofobia y Porcofilia
Resumen:
Vamos a a hablar de la porcofobia y la porcofiia, el problema de porque unos pueblos aborrecen el mismo animal que otros pueblos aman.
La porcofocia estudiada desde la antigüedad se creía que su prohibición esta causado debido a que era un animal sucio (se revolcaba en sus propios excrementos). Después se considero que la Biblia y el Corán los prohibían por el hecho de que era una amenaza a la integridad de los ecosistemas naturales y culturales de Oriente Medio.
Los hebreos eran pastores nómadas que vivían en rebaños de cabras, ovejas, vacuno.
La prohibición es una estrategia ecológica acertada, pues la cría de credos en habitas áridos es una amenaza al tratarse de zonas deforestadas donde se adapta mejor y es un competidor alimenticio del hombre.
En Oriente Medio la carne de cerdo se consideraba un artículo de lujo. Y cuando mayor es la tentación, mayor es la necesidad de una prohibición divina, porque una cría a pequeña escala era una tentación y a gran escala, era imposible.
La porcofilia (o amor a los cerdos), es un estado de comunidad total entre el hombre y el cerdo. Estos se crían como miembros de la familia, duermen con ellos, lloran por ellos cuando están enfermos y les dan comida necesaria para los hombres. Pero incluye además el sacrificio obligatorio de los cerdos y su consumo en una ceremonia especial, que se celebra una o dos veces por generación, en el que se consumen todos los cerdos.
Este gran festín se celebra cada doce años, aproximadamente, entre los Maring, un grupo tribal amante de los cerdos que vive en Nueva Guinea. El kaiko dura aproximadamente un año y a los dos o tres meses de acabar se entabla un combate armado con los clanes vecinos enemigos. Los cerdos que quedaban se consumen durante la lucha, y los grupos se ven obligados a cesar la guerra cuando no disponen de más cerdos para ganarse el favor de los antepasados. El combate cesa y los participantes van a plantar un pequeño árbol, el rumbim, en un ritual en el que participan todos los varones poniendo sus manos en él, mientras el mago asegura a los antepasados que mientras siga en pie el rumbim no se volverá a reiniciar la guerra. Ahora los esfuerzos vuelven a dirigirse a criar cerdos para celebrar un gran kaiko, arrancar posteriormente el rumbim y reiniciar las guerras.
La decisión de cuando hay suficientes cerdos es crucial, aunque no existe un número exacto de años. La cría de cerdos y el cultivo depende principalmente de las mujeres, y la presión para aumentar el número de la piara lo más rápidamente posible, recae sobre un sistema de cultivo tradicional de tala y quema. Los nuevos huertos, necesarios para alimentar a una población humana y animal creciente, exigen más esfuerzo al situarse más alejados de las viviendas y tener un mayor tamaño. Además los cerdos adultos empiezan a invadir los huertos produciendo enfrentamientos entre los vecinos. Las casas se dispersan para estar más cerca de los huertos, disminuyendo la seguridad y provocando un mayor nerviosismo en la población. Pronto empieza a haber discusiones entre maridos y mujeres y los hombres se preguntan si no habrá suficientes cerdos. Entonces inspeccionan el rumbim, y finalmente deciden que hay suficientes cerdos para iniciar el festín. Gran parte de la carne se distribuirá entre las familias y aliados militares, ya que el kaiko se utiliza para recompensar a los aliados y ganarse su lealtad.
El ansia de carne de cerdo es perfectamente racional teniendo en cuenta la escasez de carne en la dieta de los maring y la cría de cerdos está bien fundada en la ecología de la zona, ya que la temperatura y la humedad son ideales. Pero un crecimiento ilimitado de cerdos podría causar competencia alimenticia entre el hombre y el cerdo. Cuando las mujeres maring empiezan a trabajar para alimentar a los cerdos y no a las personas, y la eficiencia agrícola cae, es hora de celebrar un kaiko. Imponer un número límite al número de cerdos sólo sería posible con un tipo de agricultura diferente. El momento en que ya existen suficientes cerdos es impredecible, ya que depende de variables que cambian cada año: la población, la dimensión del territorio, el bosque secundario disponible y la situación e intenciones de los grupos enemigos. Para dar satisfacción a los antepasados se debe hacer un esfuerzo máximo, esto provoca por un lado que aumente la ingestión de proteínas mejorando la salud de la población y garantiza el consumo de proteínas y grasas en los meses que preceden a la guerra, siendo además una forma de conseguir aliados. Los maring son conscientes de la relación entre el éxito en la cría de cerdos y el poderío militar y el sistema entero produce una distribución eficiente de plantas animales y hombres en la región.
Comentario:
Como valoración personal podríamos decir que el hecho de la Porcofobia postura por la cual los judíos o los musulmanes tienen prohibida el consumo de carne de cerdo.
La pregunta que nos hacemos para intentar responder el porque de ese odio puede ser por el hecho de que en los libros sagrados, tanto en el levítico como en el génesis se habla del cerdo como un animal impuro que contamina al que lo consume o tiene contacto con él.
Los judíos y musulmanes dicen que el cerdo es un animal inmundo porque se revuelca y se regocija en su excrementos, pero este argumento no es valido como respuesta a la porcofobia en el sentido de que el cerdo no es un animal menos sucio que las vacas en sus estercoleros, y sin embargo la carne de vaca es tolerada e incluso deseada.
Otra teoría que quizás nos podía valer es el hecho de que Jehová prohibió el consumo de carne de cerdo por razones de salud pública, para proteger al pueblo elegido del contagio de enfermedades.
Pero esta explicación tampoco es convincente. Es cierto que el cerdo transmite muchas enfemedades parasitarias, la principal de ellas es la triquinosis. Pero por un lado la triquinosis sólo fue descubierta en el siglo XIX y era desconocida en épocas antiguas y en segundo lugar, aún aceptando que el cerdo transmite enfermedades, hay otros animales cuyo consumo de carne está permitido como la cabra y oveja que transmiten enfermedades incluso más graves que las trasmitidas por el cerdo, como es el ántrax. En conclusión la razón de la salud no nos sirve para explicar la porcofobia.
La prohibición del consumo de la carne de cerdo tiene que tener una explicación más racional. Si nos fijamos el cerdo es una animal extraño en el hábitat donde se desarrolló la cultura judía y árabe. Se trata de unas tierras semi-desérticas con pocas lluvias y carencia de agua. El cerdo es un animal que es más propio de las zonas húmedas, ya que su organismo requiere de condiciones de humedad que no son las propias de Oriente medio. Por otro lado la base de subsistencia en esta zona es el pastoreo que proporcionan lana, leche etc.. y que se alimentan de forraje. El cerdo además de no proporcionar leche y lana, es un animal omnívoro, un competidor del hombre a la hora de acceder a los alimentos que se producen en esta zona La mejor manera de eliminar un competidor que es peligroso para tu hábitat es eliminarlo: diciendo que es peligroso para la salud. En definitiva creo al igual que muchos antropólogos que al pueblo judío le encantaba la carne de cerdo, pero intuyendo muy sabiamente que la cría masiva de este animal para su consumo suponía un peligro para todo su sistema productivo de subsistencia, decidieron prohibirlo y la única forma de prohibirlo es a través de la religión.
